Las tres cabritas y el lobo
        
        Estas eran tres cabritas que iban todos los días a pacer a un monte Su 
        vida habría transcurrido sin preocupaciones de no ser por el lobo que 
        las acechaba para comérselas. <Un día la mayor de las cabritas fue sola 
        a pacer y se encontró con el lobo. Pero como este quería comérselas a 
        las tres, le dijo:
        -Oye cabrita, ¿por qué no venís esta noche a mi casa tu y tus dos 
        hermanas que os daré mucha comida y muchas golosinas? Anda y díselo a 
        tus hermanas y os espero en mi casa.
        Mamá cabra al enterarse, les dijo que no salieran en todo el día porque 
        el lobo lo que quería era comérselas.
        Luego la madre tuvo que salir y les dijo a sus hijas:-No abráis la 
        puerta a nadie cuando yo esté fuera. El lobo es muy listo e intentará 
        engañaros con trucos y argucias.
        El lobo se cansó de esperar y fue a casa de las tres cabritas a 
        buscarlas.
        - ¡Toc, Toc! - ¿Quién es? - Preguntó una cabritilla. - Soy vuestra mamá, 
        abrid la puerta para que entre. - Respondió el lobo. - No puedes ser 
        nuestra mamá, ella tiene la voz suave y dulce y la tuya es ronca y fea.
        Al rato el lobo volvió y puso la voz fina.
        ¡Toc, toc! - Llamó el lobo. - ¿Quién es? - Preguntó una cabrita. - Soy 
        vuestra mamá - Contestó el lobo con voz aflautada y fina. - Enséñanos la 
        patita por debajo de la puerta. - Pidió la segunda cabrita
        El lobo hizo lo que le pedían, pero las cabritas gritaron: - ¡No eres 
        nuestra mamá! Ella tiene las patas blancas como la nieve, y las tuyas 
        están negras y sucias. El lobo, cada vez más hambriento y enfadado, se 
        dirigió a un molino cercano y metió las patas en harina, de forma que 
        parecían blancas. 
        ¡Toc, toc! - Llamó el lobo en un nuevo intento de comerse a las 
        cabritas. - ¿Quién es? - Preguntaron éstas. - Soy vuestra mamá, abrid. - 
        Dijo el lobo con la voz aún aguda. - Enséñanos la patita por debajo de 
        la puerta. - reclamaron ellas. 
        Al ver la pata blanca del lobo, una de las cabritas pensó que sería su 
        mamá y abrió la puerta. - ¡Ya os tengo! - Dijo el lobo antes de 
        abalanzarse sobre las cabritas y comerse sin masticar a las dos mayores. 
        La pequeña consiguió huir y fue a avisar a su madre.
        . Por el camino de vuelta la cabrita y su madre encontraron al lobo que 
        estaba tan tranquilo durmiendo a la vera del rio
        Con mucho cuidado y en silencio para no despertar al lobo, mamá cabra 
        abrió la barriga del lobo y sacó de allí a sus hijas, que volvieron a 
        casa corriendo. Después de rellenarle la tripa con piedras
        Cuando el lobo despertó, se sintió sediento: - ¡Parece que he comido 
        piedras! - Y cuando se inclinó para beber, el peso de las piedras le 
        hizo caer al agua, de donde no pudo salir y se ahogó.
        Y colorín colorado este cuento de las tres cabritas y el lobo se ha 
        acabado.